Por definición, la palabra conjuro hace referencia a una fórmula mágica con la que se pretende conseguir un fin específico mediante el uso de fuerzas sobrenaturales.
Lo inquietante del término radica en sus usos y acepciones. Si bien sabemos que la magia tiene la peculiaridad de ser un arma de doble filo, la palabra conjuro conlleva, además, la ambigüedad de su significado, ya que por definición se refiere tanto a la acción de expulsar como de atraer; alejar o llamar; evitar o implorar; impedir o pedir.
Luego entonces, ¿te atreverías a conjurar un mal para exorcizarlo, aun a riesgo de invocarlo?
y hablando del poder de la palabra, cuando trabajo en un texto no puedo evitar cierta superstición en relación con aquello de lo que escribo; como si el solo hecho de enunciar un mal pudiera conjurarlo. Entonces me pregunto si con esto lo invoco o lo exorcizo.