Durante años, la industria editorial ha dividido los libros en categorías que sirven para diferenciarlos por contenido, estructura, formato, finalidad o temática.
Históricamente se ha debatido el criterio con el que debería establecerse dicha clasificación sin llegar a un consenso. A pesar de esto, y de ciertas reservas personales en relación con el tema, me gustaría presentar las dos más utilizadas al momento de elegir un libro.
Aunque como lector comulgo con los hallazgos y la libre experimentación con la literatura, cuando hablamos de textos infantiles, la edad sugerida facilita la decisión de compra a los padres de familia, maestros y/o promotores de la lectura. Para dicho fin existe la psicoliteratura, una rama de la psicología que estudia los intereses de los menores y sugiere temáticas ideales para cada etapa lectora.
Aquí presento dos de las tipificaciones más utilizadas en el mundo editorial.
POR EDAD:
- 3-6 años: en esta etapa los niños suelen iniciarse en el proceso de lectoescritura. Se construye el hábito de la lectura a través de la narración y el acompañamiento. Las temáticas giran en torno al conocimiento del mundo inmediato y las emociones. Estos cuentos privilegian la imaginación, son cortos, inspiradores, con poca acción y un final esperanzador o positivo.
- 6-8 años: empieza la educación primaria. Se privilegia la comprensión y, aunque todavía se recomienda el acompañamiento, inicia la lectura autónoma. Es importante leer textos que conecten con el mundo interior de los niños.
- 8-10 años: es el momento ideal para aventurarnos con libros más sofisticados en relación con la trama, los personajes y la cantidad de texto. Se sugieren novelas de aventuras y acción.
- 10-12 años: los niños están preparados para textos más complejos y contundentes en cuanto a extensión, vocabulario y profundidad. Se suelen sugerir historias de terror, espionaje, misterio y fantasía.
- Literatura juvenil: en términos generales, los temas tratados en la literatura juvenil no difieren en mucho de la temática considerada para adultos: amor, tragedia, guerra, ciencia ficción. La diferencia radica principalmente en la estructura y voces narrativas que suelen ser más lineales y de poca variabilidad psicológica entre los personajes. Se busca una caracterización con la que los lectores se puedan identificar, ya que es en esta etapa cuando se consolida la identidad y se presentan los conflictos existenciales. La trama suele presentar rituales de iniciación.
POR GÉNERO Y SUBGÉNERO:
Esta categorización puede variar de forma importante dependiendo de la editorial, autor o criterio que la refiera. Normalmente se reconocen cinco grandes géneros: novela, cuento, relato, ensayo y poesía. A su vez, cada uno de estos encierra subgéneros y apartados concretos que se distinguen entre sí. A continuación presento algunos de los que en mi opinión destacan por su contenido, exploración de lo humano y predominancia emocional.
- Mitos: son una forma de entender el mundo y dar sentido a lo que antes era imposible de explicar. Nos ayuda a comprender ciertas verdades a través de símbolos y personajes arquetípicos.
- Épica: se refiere a textos antiguos que conllevan valores heroicos. Muestran aspectos de la humanidad llevada a su máxima expresión.
- Tragedia: hace énfasis en el destino y la fatalidad. Nos lleva a explorar la casualidad en contraposición a lo predestinado. Normalmente evoca sentimientos como el miedo, la compasión y la tristeza.
- Caballería: son relatos escritos en prosa que narran aventuras de caballeros dedicados a salvaguardar el honor y las causas justas.
- Fantasía: son historias que suceden en mundos imaginarios. Contiene elementos sobrenaturales y rompe las normas de lo cotidiano.
- Ciencia Ficción: narra historias y acontecimientos en planos espaciales y/o temporales distintos. Especula en términos científicos o tecnológicos sobre el futuro de la humanidad.
- Romance: son narraciones que se desarrollan a partir de la fascinación por el otro y las emociones que condicionan la vida de las personas. Los sentimientos primarios son el amor y la alegría, pero también la melancolía y el desengaño.
- Poesía: la poesía es la forma de literatura más antigua, y establece una conexión entre el escritor y los sentimientos que evoca a partir de la contemplación tanto del mundo exterior como el interior. Considera ciertas reglas de composición y métrica.
- Distopías: nos presenta una sociedad futura donde, a consecuencia de problemas asociados con la deshumanización, el gobierno, el uso indiscriminado de la tecnología y el decaimiento de ciertos principios morales, el ser humano se degrada hasta correr el riesgo de ser aniquilado.
- Policiaca: la historia suele iniciar a partir de un evento misterioso, y gira alrededor de observaciones, análisis y deducciones que intentan resolver el enigma.
- Aventuras: estos textos que se oponen a la rutina y lo cotidiano. Se asocian al mero entretenimiento, sin embargo suelen destacar las virtudes del héroe que, por regla general, enfrentará riesgos y peligros sin precedentes. Normalmente tiene un final feliz.
Cualquiera que sea el género o subgénero, una de las características más importantes de la literatura es que favorece el aprendizaje vicario, por eso, un libro bien elegido, permite que los lectores perciban las experiencias del personaje como propias, haciendo de la lectura una experiencia vivida.
A título personal…
dejar a un lado las categorías y disfrutar de la diversidad, el descubrimiento y los encuentros inesperados, es una forma de enriquecer la experiencia literaria.